sábado, 21 de marzo de 2015

LETIZIA DE ESPAÑA - LA CORONA LE SIENTA BIEN -



El 19 de junio de 2014 la reina Sofia cedió el cetro y la corona a Doña Letizia Ortiz quien fue proclamada Su Majestad  Alteza Real Reina de España.




Si bien Letizia lo tuvo difícil desde el principio, ha sabido capitalizar experiencias y en su nuevo rol de reina se la ve más sonriente y  desenvuelta



 que en su paso de plebeya a princesa.



Los últimos diez años supusieron un tout de force para quien fuera la presentadora del noticiero de Television Española.


Una chica de clase media, independiente, moderna y vivaz, con  aspiraciones profesionales.


Después de diez años de noviazgo se casaba por civil con Alonso Guerrero, quien fuera su profesor de literatura de la secundaria, para divorciarse al año siguiente.


Al cabo de un tiempo conocería a su príncipe azul y el 22 de mayo de 2004 se casaban en ceremonia religiosa digna de un rey ante una opinión pública dividida: entre azorada y complacida.
 la novia no lució blanca y radiante sino más bien deslucida y avejentada 




El vestido de novia,obra del legendario modisto de la realeza española Manuel Pertegaz, fue poco original. El  modelo era muy similar al que lució Matilde de Bélgica en su boda  en 1999


El cuento de La Cenicienta se hacia realidad una vez más y las mujeres del mundo soñaban con la misma oportunidad.

Letizia no era la candidata ideal para el puesto de princesa heredera. 

  
Tanto pasado plebeyo sobre sus espaldas agobiaba a sus futuros súbditos.



A Letizia le llevó tiempo y esfuerzo estar a la altura de las expectativas

Bregaba por  la aceptación de toda España que tardó en llegar y fue sólo parcial.



OPERACIÓN RESCATE

En sus comienzos como princesa la vida no le sonreía...y sus elecciones eran  por demás equivocas...




Sin la distinción natural de Mary de Dinamarca ni la elegancia de la reina Rania, Letizia trató desde un principio de encontrar su estilo sin lograrlo y al ver su imagen multiplicada en miles de revistas, se sintió en desventaja y decidió tomar el toro por las astas.







La imitación es la mejor forma de admiración y acertadamente tomó a Rania y a Mary como  referentes y las imita cada vez que puede






En la jungla de tiaras y diademas la competencia es férrea 




y para sobrevivir a las intrigas palaciegas se requiere astucia y resiliencia.



MOMENTO DE DECISIÓN

Tras la trágica desaparición de su hermana menor, y después de atravesar un luto devastador, renació de sus cenizas y decidió reinventarse




El primer paso fue someterse a una rinoplastia.


Luego designó a Felipe Varela como su diseñador fetiche, suerte de hada madrina que la convirtiera en fina y distinguida.






y no se detuvo hasta alcanzar su objetivo y lucir divina




El botox le borró las marcas de expresión y le otorgó un aspecto rejuvenecedor. 


Los expertos esculpieron su rostro y le dieron a España una princesa renovada 




LA VIDA EMPIEZA A LOS 40 

Empezó la nueva década preparada para los cambios que se avecinaban. 




ESCENAS DE LA VIDA CONYUGAL

A pesar de que los escépticos  vaticinaban un infortunado  matrimonio plebeyo-real, la pareja ya cumplió diez años de casados y  siempre se mostraron cómplices y compenetrados.




Demuestran en público que se quieren y se entienden. 





Ella cuenta con su apoyo, consejo y experiencia.

Letizia trató de adaptarse y cumplir con el protocolo a rajatabla





Si bien no concibió el heredero varón que todos se auguraban, dio a luz dos niñas lindas  y sanas.


Leonor, la bella heredera al trono


La pequeña Sofía se perfila como una futura fashionista


JAQUE AL REY



Los escándalos en el seno de la corona real española  comenzaron desde el momento que la Infanta Elena decidió divorciarse del excéntrico Jaime de Marichalar, 


Seguido de la indecorosa conducta del Rey Juan Carlos que se fue a cazar elefantes con su supuesta amante alemana Corina mientras la reina Sofía estaba de viaje en Londres.


Aunque sin dudas, la gota que colmó el vaso, fue la estafa que Iñaqui Urdangarín y su esposa la infanta Cristina  urdieron contra el estado español, lo cual provocó la deshonra de la familia real, y el posterior destierro de la pareja en tierras suizas .


Ante la hecatombe que se avecinaba, el rey Juan Carlos, en una maniobra digna de Maquiavelo, pasó la corona a su heredero para salvar el presente de la monarquía ibérica.




La transición fue sigilosa y rápida y la ceremonia de proclamación, austera y discreta.


Un jaque mate real que dio por terminada la gestión anterior opacada por el innoble comportamiento de quienes deberían despertar admiración  y respeto por su altura moral e intachable comportamiento social.

Liberada de los políticamente incorrectos parientes reales, Letizia inauguró con sobriedad y buen gusto el nuevo capítulo en la historia de España.


Desde su proclamación su semblante cambió para mejor y se muestra más serena y segura de sí misma, confiada en el destino plus ultra que le tocó vivir.



Su maquilladora personal realiza una gran labor haciéndole lucir un cutis lozano y ojos bien resaltados.






Recientemente se actualizó con un corte de pelo muy sentador . 









JUGADA MAESTRA

Siguiendo los calculados movimientos de ajedrez, desde su ascenso al trono privilegió el blanco y el negro. 














Acertada elección que acompaña con recogidos en trenza que se están convirtiendo en su marca registrada.







ROJO PARA TARDES DE TOROS







En su nuevo rol de reina consorte desplegó su nuevo guardarropa real favoreciendo el rojo en todas sus variantes.







Y efectivo contra todo tipo de envidias 



LA REINA REPUBLICANA


Nacida plebeya y republicana, sabe que la sangre real es sólo un mito y que la realeza es un concepto de la Edad Media que murió con la Revolución Francesa, por lo cual en cuanto a vestimenta se refiere, siempre se muestra prudente.




Las plebeyas que por matrimonio ascendieron a la realeza ejercen una fascinación sobre el público que las adora cual milagro viviente.


 La gente necesita a quien admirar por su ascenso en la escala social


Las mujeres del mundo proyectan sobre ellas la fantasía de acceder a una vida de diademas y reverencias.

Las reinas consortes del tercer milenio son una suerte de celebrities del viejo mundo y se deben a su público como los astros de Hollywood en la alfombra roja.


Las nuevas royals se desviven por ganar el favor y fervor popular

Saben que sus coronas dependen de ello.



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