El 10 de junio 1993 Medio Oriente nos regalaba una princesa de las mil y una noches
Rania
de Jordania sería 7 años más tarde proclamada Reina de Jordania y en ese instante se convertía en la reina más joven del mundo y en icono de belleza, elegancia y
glamour de Oriente y Occidente.
No
fue amor a primera vista como con Lady Di que cautivó nuestros corazones desde el
momento en que la vimos en aquella hoy histórica fotografía donde alzaba un
pequeño en un jardín de infantes y se convirtió en la princesa favorita de
todos los tiempos.
El
romance de Rania y Occidente comenzó con miradas furtivas, luego con miradas de
atracción y poco tiempo después en miradas de admiración.
Para
las mujeres de Occidente no pasaba desapercibida.
Y
nosotras atentas porque teníamos mucho que aprender
y
al mismo tiempo nos daba esperanzas de cambiar para mejor.
¡La
metamorfosis fue alucinante!
¡de
gusano de seda a mariposa en un abrir y cerrar de ojos!
Rania
no nació bella, elegante y aristócrata
sino que se transformó de plebeya a
princesa y
de princesa a reina y lo hizo con clase y donaire.
¡Nosotras
agradecidas!
La memorable falda de gasa y encaje de Chanel combinada con una clásica camisa blanca sigue siendo hoy símbolo de distinción y clase real.
El look que desafió todas las reglas del protocolo la erigió en “reina entre las reinas” y en indiscutible fashion icon.
Y esos accesorios perfectos que ella usa a discreción y le aportan brillo y el trendy touch de rigor!
Siente
predilección por los cinturones y fajas que marcan su esbelta figura.
Y a la hora de elegir alhajas y joyas, Rania destaca por su sencillez.
viéndose obligada a reducir notablemente sus compromisos oficiales.
Pero en marzo tuvimos ocasión de verla en su rol de anfitriona del Príncipe Carlos y su esposa Camilla, duques de Cornwall, en visita oficial a Amman
Estilo
exquisito
Figura
de modelo
Porte
real
¡Ah! ¡no se puede pedir más glamour!
Cuando
de reinas se trata,
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